Afrontar un reto.

Pregunta: Hola Balbina, es la primera vez que entro en tu blog y quisiera comentarte algo. ¿Qué hacer cuando quieres hacer algo, pero algo más fuerte no te deja hacerlo? Caso concreto: Una compi del instituto me llama para una comida de Navidad con los antiguos compis del instituto. Fíjate que ya estamos en los 44 años. Fui muy tímida en aquella época, a tal punto de ni levantar la mirada para saludar. Algunos les debí caer antipática cuando era extrema-timidez. A algunos les he visto por la calle y a pesar de haber superado bastante la timidez reacciono con ellos como entonces. Por una lado me gustaría ir pero el miedo al ridículo, a no saber qué decir y a sentir lo mismo que entonces me paraliza. UN FUERTE ABRAZO Y AHORA MÁS QUE NUNCA ME ALEGRO MUCHO DE LOS AVANCES TECNOLÓGICOS, PQ GRACIAS A ELLOS PODEMOS CONECTAR CONTIGO CON MÁS ASIDUIDAD, BESOOSSSS.


Respuesta: Cuando queremos hacer algo pero hay otro algo más fuerte que no nos deja hacer, para mí, lo importante es la comprensión hacia ti. En este caso, debes entender que relacionas a esos “compis” con experiencias del pasado, y que ahora tú has mejorado mucho tu vida (y te olvidas de recordártelo).
Cuando la situación se presenta te entra el miedo a hacer el ridículo, y todo tu cuerpo se pone en marcha para revivir ese momento pasado. Como todavía tienes tiempo para que se de la cena que comentas, te recomiendo que empieces a darle otro tipo de información a tu mente, que visualices, o que imagines que estás en esa cena y que estás hablando, riéndote, sintiéndote a gusto, que formas parte del grupo, etc. Si tienes presente esa imagen, si la refuerzas en tu mente, te será más fácil cuando llegue ese día. No es que esto sea la solución pero, tal vez, te pueda ayudar. De esta forma no le das tanto poder a esa relación que haces en tu cabeza. Seguramente te pondrás nerviosa, habrá momentos en los que no sepas de qué hablar, pero no importa, lo que tienes que valorar, es que has sido capaz de ir, y no te esfuerces en estar todo el tiempo en la cena, te puedes ir cuando creas conveniente, no tienes que esperar al final, porque no tienes que agradar a nadie. Solo tienes que tenerte en cuenta a ti y el logro que estás haciendo. Cuando comienzas a valorar esos pequeños pasos, a reforzarte a ti misma, a confiar en ti, verás que poco a poco, ese miedo desaparece. Porque en el fondo quieres que los demás te acepten, te quieran, y no te atreves a ser tú misma por miedo al rechazo. Ten en cuenta que no podemos gustar a todo el mundo. No pasa nada por ser una persona tímida, solamente tienes que limar un poquito el exceso de timidez, porque te limita y condiciona tu vida. No te deja disfrutar de las cosas. Tienes que ir poco a poco. Como explico en el video que trata el tema del miedo hay que ir valorando cada paso. Porque eso es lo que realmente te va a dar la fuerza para seguir adelante y poder mejorar tu miedo al ridículo. Ese miedo, que viene de atrás, es tu forma de protegerte para que nadie te haga daño y no te atreves a arriesgarte dejándolo partir porque en el fondo te sientes menos en peligro, porque es algo que ya conoces y te has adaptado a él. Hay una expresión que habitualmente la gente repite con frecuencia, “vale más malo conocido que bueno por conocer”. Fíjate cómo llevamos a rajatabla esta expresión, que preferimos no arriesgarnos a las cosas desconocidas y seguir sufriendo porque ya lo conocemos. Esto no tiene ningún sentido, tenemos que arriesgarnos. Yo te invito a que te arriesgues a ir a esa cena, que experimentes y descubras gente nueva que te pueda aportar nuevas experiencias, pensamientos y sentimientos diferentes,… Feliz almuerzo.


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