Cuando la pareja no funciona...

Pregunta: "Y si por más que pones de tu parte para que una relación funcione y lo intentas de verdad, aunque cometas errores y la otra persona continúa tratándote de manera desagradable y faltando al respeto.... y hay días que estás tan saturada que lo único que te apetece es sentarte en un rincón y no levantarte más!!

Respuesta: Cuando pones todo de tu parte y la relación no funciona, es, quizás porque la otra persona no está aportando lo suficiente para que ésta pueda mejorar, sobre todo porque en la pareja son dos, y si una aporta y la otra no, no existe pareja. Tal vez cuando eso ocurre nos tenemos que plantear buscar otro tipo de soluciones. Si ya se ha hablado, tú has intentado mejorar en la medida que puedes, entonces tienes que plantearte que la otra opción que te queda es alejarte de esa persona, no permitir que te humille, que te falte el respeto, porque cuando se falta el respeto se pierde todo. Cada uno elige lo que quiere en la vida, y, quizás tú, quieras elegir seguir estando ahí, porque de momento es lo que haces. Tal vez, por miedo a no tener una buena independencia económica, o quizás por tus hijos. Siempre buscamos motivos para no tomar la decisión de separarnos. Y tú, seguramente, tendrás los tuyos. Pero sí tienes que tener claro, que si decides estar ahí, no permitas en ningún momento que te humille. A eso le llamo maltrato psicológico, y va dañando en lo más profundo de tu ser tu autoestima. Llega un momento que puedes llegar a la conclusión de que no vales. De que eres todas esas cosas que esa persona te repite constantemente. Te puedes sentir mala, egoísta, torpe, etc. Así pues, es tu decisión. Yo a lo que sí te animo es a que te tengas en cuenta. Que te quieras a ti. Ni siquiera te tienes que enfrentar a esa persona, pero no permitirle que te dañe. Que te mantengas firme, segura, sin rabia, con seguridad de que tú vales. No te desanimes, porque tú consigues lo que quieres, lo que pasa es que a veces lo haces con mucho sufrimiento. Tienes que aprender a no sacrificarte tanto por tus hijos. Porque sé que lo haces por ellos, y si tú, como te dije antes, decides esperar, hazlo, pero preparándote para ser una mujer independiente, libre, sin tener que soportar esos comentarios. No te quedes de forma pasiva viendo como pasa el tiempo y marchitándote. Por eso haz lo que tienes que hacer, con ilusión, hasta que decidas tomar la decisión que sea mejor para ti.

Yo pienso que cuando una relación de pareja no va bien el primer paso es intentar un diálogo, ver qué siente cada uno, y qué están dispuestas aportar. El segundo paso sería buscar soluciones para eso que han hablado. El tercer paso, tener paciencia y comprensión el uno con el otro para ver cómo, poco a poco, se va realizando ese proyecto en común. Si uno de los dos no aporta lo que se ha acordado, no funciona. Se puede volver a recordar, a hablar, y a intentarlo de nuevo. Si el resultado es el mismo, una y otra vez, está claro. La decisión no hay duda. L a convivencia no es posible, porque no se comparte, no se aportan nada esas dos personas, incluso, aunque se quieran mucho. Pero, en una pareja, el compartir, y, sobre todo, el respeto, es fundamental. También son importantes la comprensión, la comunicación, los pequeños detalles… Todas esas cosas y muchas más hacen que una relación de pareja dure toda la vida, o, por lo menos, el tiempo adecuado para esas dos personas.

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¿Y si no sabes amarte a ti mismo?

Pregunta: ¿Y si no sabes amarte a ti mismo?

Respuesta: No tengo la fórmula mágica para decirte cómo puedes amarte a ti mismo, pero lo que sí sé es que por lo menos puedes amarte como amas a los demás. Habitualmente somos comprensivos, pacientes, perdonamos a los demás porque decimos que le amamos, que le queremos ¿por qué no hacemos eso con nosotros mismos? Sería así de sencillo, pero tenemos tan grabado dentro de nosotros, porque así nos lo han enseñado, que primero son los demás, que ellos son más importantes que nosotros, que tenemos que respetar a los demás, que obedecerles... En resumen, que los demás siempre están antes que nosotros y lo damos todo por ellos y por eso a veces no nos queda nada para nosotros. El aprender a amarnos, conlleva que podemos dar pero también tenemos que aprender a recibir. Y, si no es así, hemos de pedirlo.
Te pondré un ejemplo. Si tú amas a tu pareja o a tus hijos, quieres lo mejor para ellos. Tratas de comprenderlos, de que exista buena armonía, eres capaz de perdonarlos… ¿pero eso lo haces contigo?, ¿Quieres de verdad lo mejor para ti como para ellos?, ¿Cuando cometes algún error te perdonas o te sientes culpable? Si, no te perdonas, si te sientes culpable no te estás amando, te castigas por haber cometido un error. En cambio, a tu hijo, a tu pareja, a los otros, les puedes perdonar, ¿por qué a ti no? ¿Quizás porque piensas que no eres tan importante, que los demás si lo son y tú no? Reflexiona sobre ello, porque tú eres importante, incluso más que ellos. Porque si tú estás bien, los demás también. Eso es amarte, respetarte, aunque cometas errores, aunque no lo hagas tan bien como los demás esperan. Sé comprensivo contigo cuando exista algo de ti que no te guste o que no has realizado tan bien como te hubiera gustado. Eso es, vuelvo a insistir, amarte, y se puede aprender, igual que aprendiste a no amarte, a amar sólo a los demás. Ahora tienes la oportunidad de comenzar a valorarte, aceptarte… estos son los primeros pasos para sentir amor hacia ti. Normalmente la gente echa la culpa a su entorno y a las personas cercanas de no haberles ayudado a quererse. Eso lo podemos decir cuando somos pequeños pero, ahora de adulto ya no podemos echarle la culpa a nadie, o a nada. Somos responsables de lo que hacemos ahora. Por eso podemos decidir el amarnos, valorarnos, sin castigarnos, reforzando siempre aquellas pequeñas cosas que vamos logrando cada día.





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Reflexiones

-Cuando un ser muere sigue más o menos conectado con su cuerpo físico durante un pequeño período de tiempo. Oscila entre dos, o tres días. Y en ese tiempo, lo vamos a sentir muy presente en nuestro entorno. No tenemos que tener ningún temor. Es un proceso natural.

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Pregunta: No estamos solos.......cuando me siento sola, pienso en eso y sólo el hecho de pensarlo me hace sentir mejor. Me "imagino" que me rodean seres luminosos, radiantes, que me ayudan para todo. Me lo imagino y me ayuda, real o no, pero el hecho es que pasa.

Respuesta. Es bueno que utilices tu imaginación porque es la forma en la cual conectamos con esos seres. Como tú dices, real o no, para ti, es. Y eso es lo más importante. Cree en lo que tú sientes, en lo que tú piensas, no dejes que los demás te manipulen, te hagan cambiar de opinión fácilmente. Pero ten en cuenta escuchar, reflexionar y decidir siempre lo mejor para ti, sabiendo que no estás sola. Aunque solo sea tu "imaginación".



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Pregunta: Estamos solos rodeados de gente.

Pregunta: Estoy de acuerdo contigo teoricamente. La mayoria de las veces, lo peor que nos puede pasar es estar solo rodeado de gente. Puede ser que no sepa uno encontrar ese entorno positivo. Pero aún estamos a tiempo de aprender.

Respuesta. Me alegro de que pienses que siempre tenemos tiempo para aprender porque algunas personas piensan que al hacerse mayor ya no vale la pena aprender o mejorar sus vidas. Si de verdad quieres encontrar ese entorno positivo, tú puedes. Poco a poco irás impregnando todo lo que te rodea con tu buena actitud, llenando de esa energía positiva de amor que tú desprendes, que tú deseas. Y así será, no sabes cuánto tiempo se puede tardar en conseguirlo. Lo importante es que estás en ello.

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¿Por qué rechazamos a ciertas personas?

Pregunta: ¿Por qué en ocasiones rechazamos a personas y nos sentimos incomodas con ellas? ¿Qué podemos hacer para que esto no ocurra? BESITOS TE QUEREMOS MUCHO

Respuesta: A veces cuando rechazamos a una persona, incluso sin conocerla de nada, es porque la hemos conocido en otra etapa de nuestra vida, me refiero a una vida pasada aunque todo el mundo no cree en ello. Pero yo si. Y, seguramente, en esa otra etapa hemos vivido alguna experiencia negativa con esa persona y algo dentro de nosotros hace que se remueva algún recuerdo inconscientemente, y, sin saber por qué la rechazamos, nos cae mal. Igualmente nos sucede cuando conocemos a alguien por primera vez y nos resulta agradable, como si lo conociéramos de toda la vida. Pero, en este caso, lo vivimos de manera más positiva. Cuando rechazamos a una persona y la experiencia viene de otras vidas, debemos dejar que pase esa primera impresión negativa, sin juzgar, porque a veces no sabemos ni por qué nos produce esa sensación. De esa manera somos capaces de acercarnos a esa persona y darnos cuenta de que realmente, ahora, en esta vida, quizás se trate de una persona fantástica y maravillosa. Si nos dejáramos llevar por esa primera impresión no nos acercaríamos. Por eso no debemos juzgar a primera vista. Porque no hay nadie bueno, ni malo. Simplemente, es. Cuando juzgamos, condenamos o dejamos en libertad. Ese ser forma un todo y nosotros solamente, al juzgar, vemos una sola parte de ese todo que forma ese ser. Te pondré un ejemplo. Cuando alguien piensa que otra persona es idiota, tiene razón, ya que en algún momento de la vida todos nos comportamos como idiotas, pero solamente estará viendo una pequeña parte de ese todo. Además de idiotas también somos humildes, arrogantes, cariñosos, ángeles, diablillos, etc. Al juzgar se pierden lo que somos en realidad, no nos llegan a conocer. No disfrutan de todo lo que llevamos dentro. A su vez, si cuando nos dicen que somos idiotas, nos hacen sentir mal, es que en el fondo de nuestro ser nos lo creemos y esa persona a conseguido dañar esa parte nuestra que se siente idiota. Lo más habitual suele ser que reaccionemos de manera agresiva o sintiéndonos víctimas. Para que eso no nos haga daño hemos de reforzar, de alimentar, esa parte de nosotros que aún se siente idiota. Diciendo, por ejemplo, mental o verbalmente, a esa persona “Tú crees que yo soy idiota, pero eso es lo que tú crees. Yo sé que no soy idiota”. Por lo tanto, si me digo eso a mí mismo, estoy reforzando esa parte de dentro de mí que todavía está débil, que todavía se cree idiota, y, al mismo tiempo, respeto lo que la otra persona piensa de mí. No gasto mi energía, ni mi fuerza, en tratar de convencer que está equivocada.
Cuando alguien está siempre a la defensiva, viendo el fallo en los demás, habitualmente, se trata de una persona con falta de cariño, de amor. La forma que tienen de protegerse para que no les hagan daño, es gruñendo. No hemos de entrar en su juego. Al darle la razón lo estamos respetando, tratando con amor. Pero, esa persona, al no tener que defenderse de nada se puede enfadar aún más. No está acostumbrada a que la traten así, espera un ataque para poder defenderse. Cuando le damos la razón y le decimos que es su opinión, pero que nosotros no nos sentimos así, no hay discusión posible. Hay un dicho que dice que si uno no quiere, dos no discuten. Más o menos esto viene a ser así. ¿Qué actitud debemos tomar o qué podemos hacer cuando hay alguien que no nos agrada? Es tan sencillo como respetarle tal como es. Pero también respetarnos a nosotros. No se trata de aguantar, de soportar, o de tratar de cambiar a esa persona. Un buen sistema es centrarte en lo que tú haces, en lo que estás haciendo en ese momento cuando esa persona está cerca de ti. Si estás pendiente de lo que hace la persona, de lo que dice, cómo respira, los movimientos que hace, etc., le estás dando poder. Y te puede. Has de saber que estás viendo solamente una parte de ella (como ya hemos comentado), lo negativo, y te olvidas de que todos los seres humanos tienen una parte negativa y otra positiva. Existe la dualidad en el ser humano. Si reforzamos las cosas buenas y positivas de esa persona veremos cómo poco a poco se va quedando atrás lo negativo.
Si no podemos dirigirnos ni verbal ni físicamente hacia esa persona, la otra posibilidad sería desearle lo mejor, no teniendo pensamientos negativos y llenarle de mucha luz. Imaginar que un rayo de luz le entra por su cabeza para iluminar su mente, su cuerpo y su espíritu, y que esa luz le da la capacidad de ver también lo bueno de la vida. Así por lo menos no le vamos a llenar de más suciedad, de más oscuridad, de más negatividad. Aportamos hasta donde nos permiten. Porque no podemos obligar a los demás que nos acepten, que nos quieran, que se lleven bien con nosotros. Tenemos que dejar en libertad. Pero haremos lo que podamos.








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Reflexiones

-Cuando alguien muere, podemos conectar con su energía, vibrando en la misma frecuencia en la cual está ese ser. Para conseguirlo hemos de sentir paz interior.


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Respuesta a una pregunta sobre la soledad y el amor.

Pregunta: Gracias Balbina, es todo un descubrimiento leer y oír tu voz y me llegan al corazón, mi único comentario a este artículo es que a veces tras una separación y después de la tristeza y después de la rabia, en lugar de llegar la Paz llega la soledad y sientes el gran estancamiento en la vida ¡Ojalá! fuera fácil transformar la soledad y sentir de nuevo el Amor tan importante en el Ser Humano. Besos.

Respuesta:
Realmente la soledad se siente cuando no miramos a nuestro entorno, porque si lo haces te das cuenta de que no estamos solos. A veces te puedes sentir sola pero realmente tienes un montón de vida. A lo mejor no has puesto tu atención en la gente que tienes cerca de ti, o, incluso, en ese perrito que puedes tener a tu lado siempre que quieras y que está lleno de vida. Cuando sales a la calle estás rodeada de muchísima gente, con la cual puedes compartir. Sientes la soledad porque tú quieres estar con una persona en concreto y te quedas estancada en eso, y no ves más allá. Tal vez si cerraras los ojos durante unos segundos, te darías cuenta de lo acompañada que estás, de la paz que puedes sentir. Porque no solamente estás rodeada de seres físicos, sino de seres que tus ojos no ven, pero que eres capaz de sentir. Nadie, en este mundo, está solo. Puede ser que alguien se sienta solo, pero no es porque lo esté, sino porque no percibe en ese momento lo acompañado que está. Si sientes paz vas a sentir que estás muy bien acompañada por los seres de luz, guías, ángeles, maestros, etc., como quieras llamarlos. Están contigo. Por lo tanto, no estás sola. La soledad es un estado que se produce cuando piensas que estás sola, si no, no existe la soledad. Así que tú puedes con ese pensamiento. Ánimo. Yo sé que tú puedes con esa sensación que sientes, porque, vuelo a insistir, tienes ayuda y vas a salir adelante. Estoy contigo.

El amor lo puedes sentir porque tú eres amor. Si te amas a ti, el amor llega por si mismo. Cuando existe el amor en tu interior, se desborda por cada poro de tu piel e impregna todo lo que tocas, todo lo que miras, cada palabra que dices. Por eso el amor está en ti. Sólo tienes que darte cuenta de ello. Ámate. Porque no puedes dar algo que no tienes. Yo sé que tú lo tienes dentro de ti, pero tienes miedo a sacarlo porque no quieres que lo vuelvan a romper, que te hagan daño. El amor existe en ti. No tienes que buscarlo en ningún sitio, en ningún ser humano, porque cada ser humano es un reflejo tuyo y aquello que tú reflejas es lo que vas a tener. Ocúpate solamente de hacer las cosas con amor, desde el amor, disfrútalas. Hazlo lo mejor que tú puedas.

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Respuesta a una pregunta en "Reflexiones".

Pregunta:

¡Sentimos tantas veces la muerte a lo largo de la vida!: cuando alguien se va de nuestro lado, cuando sentimos diferente de ayer, cuando no puedes revivir las buenas exeriencias...La muerte fisica del cuerpo a veces llega cuando ya estas entrenado a morir muchas veces en la vida.


Respuesta:

A veces vivimos los cambios que hay en nuestra vida con ese sufrimiento que nos comentas. Si vemos la vida y la muerte de esa forma se crean los apegos, el sufrimiento, y entonces sentimos la sensación de morir en cada instante. La muerte física existe, pero continúa la vida, una vida en la que ya no nos apegamos a ese cuerpo físico. No nos apegamos a nada. El sufrimiento en vida se da cuando existe el apego, si echamos de menos aquello que no tenemos vamos a sufrir. Por eso siempre hay que recordar aquellas cosas buenas que tenemos de la vida aunque ya no las tengamos, porque la vida continúa y tenemos que seguir adelante con ilusión, con ganas, con alegría, con la certeza de que nada muere. Porque, si lo deseamos, podemos estar en el lugar donde queramos estar. No existe ni el tiempo ni la distancia. No hay límites, ni en la vida ni en la muerte. Solamente estamos limitados por nuestro cuerpo físico y somos capaces de abandonar nuestro cuerpo físico en vida para volar al lugar donde nos gustaría estar. Incluso podemos volar en el tiempo, y estar con esa persona que se ha ido, con ese recuerdo, con esa buena experiencia. Por eso, la muerte no es tristeza, no es dolor. Simplemente es cambio. Y todos los días, a cada instante, existe ese cambio. Y el ser humano tiene la capacidad de adaptarse a todos los cambios.
Sé feliz.


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Reflexiones

-La muerte es simplemente otro estado en el cual no se necesita un cuerpo físico, una materia, por lo tanto, no debemos temerla, porque somos energía. Es un cambio de un estado a otro.

Reflexiones

-Cuando una persona muere la energía se desconecta de su cuerpo para entrar en otra frecuencia. Por lo tanto la muerte solo existe, para mí, físicamente. Sigue la vida después de muerte.


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