¿Y si no sabes amarte a ti mismo?

Pregunta: ¿Y si no sabes amarte a ti mismo?

Respuesta: No tengo la fórmula mágica para decirte cómo puedes amarte a ti mismo, pero lo que sí sé es que por lo menos puedes amarte como amas a los demás. Habitualmente somos comprensivos, pacientes, perdonamos a los demás porque decimos que le amamos, que le queremos ¿por qué no hacemos eso con nosotros mismos? Sería así de sencillo, pero tenemos tan grabado dentro de nosotros, porque así nos lo han enseñado, que primero son los demás, que ellos son más importantes que nosotros, que tenemos que respetar a los demás, que obedecerles... En resumen, que los demás siempre están antes que nosotros y lo damos todo por ellos y por eso a veces no nos queda nada para nosotros. El aprender a amarnos, conlleva que podemos dar pero también tenemos que aprender a recibir. Y, si no es así, hemos de pedirlo.
Te pondré un ejemplo. Si tú amas a tu pareja o a tus hijos, quieres lo mejor para ellos. Tratas de comprenderlos, de que exista buena armonía, eres capaz de perdonarlos… ¿pero eso lo haces contigo?, ¿Quieres de verdad lo mejor para ti como para ellos?, ¿Cuando cometes algún error te perdonas o te sientes culpable? Si, no te perdonas, si te sientes culpable no te estás amando, te castigas por haber cometido un error. En cambio, a tu hijo, a tu pareja, a los otros, les puedes perdonar, ¿por qué a ti no? ¿Quizás porque piensas que no eres tan importante, que los demás si lo son y tú no? Reflexiona sobre ello, porque tú eres importante, incluso más que ellos. Porque si tú estás bien, los demás también. Eso es amarte, respetarte, aunque cometas errores, aunque no lo hagas tan bien como los demás esperan. Sé comprensivo contigo cuando exista algo de ti que no te guste o que no has realizado tan bien como te hubiera gustado. Eso es, vuelvo a insistir, amarte, y se puede aprender, igual que aprendiste a no amarte, a amar sólo a los demás. Ahora tienes la oportunidad de comenzar a valorarte, aceptarte… estos son los primeros pasos para sentir amor hacia ti. Normalmente la gente echa la culpa a su entorno y a las personas cercanas de no haberles ayudado a quererse. Eso lo podemos decir cuando somos pequeños pero, ahora de adulto ya no podemos echarle la culpa a nadie, o a nada. Somos responsables de lo que hacemos ahora. Por eso podemos decidir el amarnos, valorarnos, sin castigarnos, reforzando siempre aquellas pequeñas cosas que vamos logrando cada día.





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