jueves, 5 de noviembre de 2009

Problema en las aulas.



Pregunta: Cuando estoy en el aula y puedo "palpar" la negatividad, la apatía y la mala educación de algunos alumnos, y aunque sé lo que tengo que hacer, ese día no puedo y la situación me supera: ¿cómo retomo el control de mi propio comportamiento?, ¿cómo reoriento lo que siento para lograr llegar a casa sin ese malestar que te deja el no haber saber lidiar con alumnos a los que no sé darles una respuesta como profesora?No sé si a alguien le interesará este tema, compártelo si así lo crees; es que quiero poder disfrutar con lo que hago y siento que con los años tengo menos paciencia.Cuando no sé qué hacer, pienso en lo que me dirías, así que me siento conectada a ti aunque no nos veamos mucho.Un fuerte abrazo.

Respuesta: Si comienzas diciéndote que no puedes, por supuesto, no podrás. Por lo tanto, lo primero que debes decirte es que sí puedes, para que te sientas segura de ti misma, porque en el fondo se trata de inseguridad. Solamente el hecho de pensar que los alumnos pueden contigo ya te debilitas y, por tanto, no puedes, y palpas más aún la negatividad. Si intentas llenarte de energía más positiva, de más seguridad, seguramente esa aula cambie su energía y puedas retomar el control de tu comportamiento. Porque, recuerda, que cuando piensas que no puedes, no puedes. No me digas que no puedes, porque no es cierto. Te puede costar más o menos, pero si tú quieres, puedes hacerlo. Con tu miedo y con tu inseguridad haces que ellos, tus alumnos, tengan poder sobre ti, porque crees que no sabes lidiar con ellos, o que no sabes darle una respuesta como profesora ¿Es que acaso tienes que ser perfecta? Eres una persona que trata de transmitir lo que sabe a esos alumnos, tendrás días que lo harás mejor que otros pero, vuelvo a insistir, no tienes que ser una profesora perfecta. Yo estoy convencida de que sí eres esa profesora responsable, consciente de lo que haces, intentando superarte y, cómo tienes esa consciencia de superación, de mejorar, te juzgas mucho y se vuelve en contra tuya. Hazlo más sencillo. Antes de entrar a clase llénate de esa seguridad, de esa energía positiva, cómo si tú fueras un rayo de luz que entra en esa aula. Confía en tu capacidad, en que vas a tener la respuesta más adecuada, no la perfecta, la más adecuada. De que vas a ser compresiva con tus alumnos pero que también los vas a tratar con firmeza.
Tú tienes mucho conocimiento, si lo llevas a la práctica se convierte en sabiduría. Los años sirven para eso, para llevar a la práctica ese conocimiento y, al convertirse en sabiduría, te va a dar la paciencia. Aplica por lo tanto lo que tú sabes, sin desesperarte, siendo comprensiva contigo, y, sobre todo, sin juzgarte. No te desanimes, porque los alumnos también te pueden enseñar a conocerte, a saber qué cosas puedes mejorar. A la vez, los conocerás a ellos y podrás ver que cada uno es diferente al otro. Cuando aprendas a conocerlos sabrás cómo ayudarlos. Y ya no se hará tan cuesta arriba. Si tienes la capacidad para conectar con lo que yo te diría, también la tienes para cambiar esa negatividad. Reflexiónalo y verás qué pasa. Tú puedes. Tú eres capaz. Nada negativo tiene influencia en ti porque estás llena de luz y hay mucho amor en ti. No te olvides.


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1 comentario:

  1. Estoy cansada, extenuada de querer tirar del carro de la educación. Los alumnos han perdido la ilusión y yo me siento rota.
    No podía dormir del estress, he abierto el correo y he podido leer tu mensaje de esperanza.
    Los alumnos realmente me hacen enfrentarme a mi miedo a no hacer lo suficiente, a no saber hacer lo adecuado en cada momento.
    Mi gran debate es que si les dejo hacer "nada" realmente no les doy la oportunidad de cambiar. Y la única forma de que se esfuercen en mi caso es mediante la firmeza, pero conlleva un desgaste importante de mi energía vital.
    Hasta ahora la firmeza sólo la puedo aplicar desde la rabia. Intuyo que ahora el siguiente paso es conseguir conectar con mi corazón y descubrir cómo aplicar la firmeza desde el amor.

    Gracias por crear este espacio de inspiración y para la reflexión.

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