domingo, 18 de julio de 2010

Lo que esperamos de los demás.



Pregunta: Hola Balbina. Estuve contigo hace un tiempo y me ayudaste mucho como siempre entiendo lo que me dices pero no se llevarlo a la práctica. Me siento mal, sé que no me quiero lo suficiente porque me afecta mucho lo que los demás sientan por mí.Me gusta ayudar y creo que lo hago a cambio de nada pero cuando yo necesito que me escuchen y en ese momento no pueden, puedo entenderlo pero me hace sufrir el pensar que no les importa lo que yo sienta.Me preocupa que todo esto afecte a mi relación porque no lo veo justo y me pregunto por qué quiere estar conmigo. Por otra parte de que me quejo con la cantidad de problemas realmente fuertes que tienen otras personas? No me quejo pero estoy cansada de luchar con esto y no sé por qué me siento así. No tengo ganas de vivir así.Gracias por darnos la oportunidad de expresar nuestros sentimientos y de aguantar tanta perolata.Un besito muy fuerte. Eres un cielo.





Respuesta: No te preocupes si no sabes ahora llevar las cosas a la práctica. No te olvides de que cuanto más práctica más habilidad. Solo se necesita tener constancia en lo que de verdad quieres. Pero, por favor, no hagas tanto esfuerzo, eso es agotador y dan ganas de rendirse porque parece que no somos capaces de hacer lo que queremos y entonces comienza el castigo y por eso vas perdiendo tu fuerza, en lugar de recuperarla y tener cada vez más.

Creo que es importante que te hayas dado cuenta de que no te quieres lo suficiente. No todo el mundo es capaz de darse cuenta. Por eso tú ya has dado unos pasos hacia delante y ahora tienes que ayudarte a ti misma, incluso antes que a los demás, para que no dependas tanto de lo que te puedan aportar las otras personas. Es normal que te afecte cuando tú necesitas ayuda o compartir con los demás y ves que no les importa. Pero, ¿se te ha ocurrido pensar que tal vez sí les importas, pero no actúan como tú quieres y en el momento que deseas?
Sé que a veces nos dicen que no tenemos que quejarnos porque hay otras personas que se encuentran en peor situación que nosotros. Pero para cada uno, cuando le ocurre algo, en ese momento, es importante y no le consuela que otras personas estén peor, todo lo contrario, le hace sentir más culpable porque se entiende que no tiene derecho a quejarse.
No luches tanto, porque estás luchando contra ti misma. Tú eres tu peor enemiga, porque crees que tienes que hacerlo todo bien. Tal vez, te gusta ayudar a los demás para que te quieran y cuando no recibes el cariño que esperas te sientes defraudada. En esa lucha constante, pidiendo amor, luchando contigo misma, es lógico que no tengas ganas de vivir así. Si no tienes paciencia, y comprensión contigo misma, vas a seguir luchando y perdiendo tu fuerza.
Te recomiendo que proyectes una película en tu mente de esa niña que hay dentro de ti que desesperadamente desea que la amen. Y ahí estás tú como adulta para ayudarla, comprenderla, escucharla, amarla. Entre esa niña y tú tiene que haber más armonía porque ella está en un rincón, muy triste, y tú intentas razonarlo todo y no logras entenderlo. Por lo tanto no hay una buena comunicación entre esos dos seres. La niña y la adulta que están en ti. Cuando hables con ella dile que ya no está sola, que no tiene que tener ningún miedo a que no la amen, que no tiene que agradar a nadie, porque tú siempre estás con ella y compartes tu vida en armonía con esa niña. Sé que puedes. Cada día lo consigues más. Con paciencia y comprensión todo es posible. Y tú lo haces.
Ámate, es lo mejor que puedes hacer para ser feliz, para que veas el mundo de otro color, porque hay muchos colores en el arcoíris y estás aprendiendo a verlo. Un abrazo lleno de amor que llegue a tu corazón, para que nunca te falte la fuerza y siempre estés llena de ti.






Si quieres hacer cualquier comentario haz “click” en ““comentarios” y, tras escribirlo, escoge la opción de “anónimo” (siempre que no dispongas de cuenta google). Gracias.

sábado, 3 de julio de 2010

Cómo sabemos que escuchamos nuestra "voz interior".





Pregunta: Lo primero agradecerte la pasada charla sobre los “Miedos y apegos”, no sólo por lo que nos aportaste sino también por lo que nos transmitiste. Gracias por implicarte y dedicarte así con personas, en algunos casos, con las que no te unen afectos personales. En estos tiempos que corren es extraño y maravilloso.Quería plantearte cómo hacer cuando la vida que hemos llevado, las veces en las hemos debido seguir nuestro instinto o nuestra “voz interior” la hemos abandonado, porque lo que nos decía nos hacía enfrentarnos a algo y nos daba miedo? Cómo hacer para volver a oír nuestra “voz interior”?. Creemos qué es más fácil no decir lo que pensamos porque entiendo sentimos apego a la situación en la que nos encontramos y el cambio nos da verdadero miedo, pero esa “traición” nos persigue. Ya comentaste en la pasada charla que no debemos pensar demasiado en ello, sino dejarlo pasar y no atormentarnos, cómo sabremos que no es el miedo a enfrentarnos a los problemas lo que nos mueve?. Qué hacer para dejar las cosas atrás?. Muchas gracias y Un Saludo.



Respuesta:


No te arrepientas de nada, de no haber hecho lo que tendrías que haber hecho porque eso crea culpabilidad y ésta no te ayuda a mejorar tu vida. Si no le has hecho caso a tu instinto, o voz interior, tal vez es porque no estabas preparada (como tú dices) de enfrentarte a eso. No pasa nada, siempre podemos mejorar aquello que nos damos cuenta que se puede hacer mejor y tú eres consciente de eso.




¿Cómo hacer para volver a oír nuestra voz interior?- me preguntas. Quizás sólo tenemos que volver a darnos la oportunidad de confiar en nosotros, sin castigarnos por haber “fallado”. El que no se arriesga no se equivoca. Nadie te da la garantía de que lo que haces pueda funcionar, lo más que te pueden llegar a decir es el tanto por ciento de posibilidades que existen. Por eso debes de arriesgar más para que tu miedo no te paralice, como me comentas. Cuando pienses o sientas algo arriésgate y dilo. Claro que existe la posibilidad de que no salga como tú quieres, pero también existe la posibilidad de que salga como tú querías o que por lo menos se aproxime. Si no pruebas vas a estar con la duda, con la incertidumbre. Y así, de esta forma, rompemos esos esquemas que llevamos arraigado dentro de nosotros desde hace mucho, mucho tiempo.




Tal vez, debes preguntarte, si esa comodidad que tienes en esa situación te hace sentir feliz, si te compensa. Si no es así debes reflexionar y ver lo mejor para ti. Es lógico en este mundo tener un poco de miedo a los cambios, porque el ser humano, aquello que no conoce o que no ve le da miedo porque no lo controla, no sabe lo que va pasar, le crea incertidumbre. Entonces empieza a pensar en todas posibilidades que podrían ocurrir, casi siempre todas las negativas. Hay cosas en la vida que no podemos pensar excesivamente. Y para mí una de ellas es tener un hijo o una pareja. Si pensáramos fríamente en lo que conlleva tener ese hijo, educarlo, alimentarlo, formarlo, para que pueda estar en este mundo, no lo haríamos. Pero no sabemos lo maravilloso que es hasta que no lo tenemos. Esos momentos mágicos de su sonrisa, un gesto, una mirada, etc.




¿Cómo sabremos que no es el miedo a enfrentarnos a los problemas lo que nos mueve? El miedo disminuye o desaparece, cuando dejas de ver un problema y lo conviertes en una situación a resolver. El miedo aumenta cuando vemos un problema porque estamos acostumbrados a verlo así. Desde pequeños, ya en el colegio, teníamos que resolver problemas, si no lo hacíamos nos castigaban o no nos valoraban. Tal vez, ahora, de adulto, aún, nos sigue dando miedo los problemas por si no sabemos resolverlos y no nos arriesgamos porque así no nos pueden evaluar, juzgar, y nos acomodamos.




¿Qué hacer para dejar esas cosas atrás? Aprender a conocernos mejor para poder ayudarnos. Si sé que me cuesta o me lleva más tiempo resolver la situación me doy el tiempo que necesite, pero sé que puedo resolverlo (aquello que puede hacer cualquier ser humano yo también puedo hacerlo). De las cosas del pasado aprendo a mejorar mi presente, de mi presente formo mi futuro. Por eso el pasado me ayuda a darme cuenta que todo se puede mejorar y dejo atrás aquello que no necesito y elijo lo que puedo mejorar.



Si quieres hacer cualquier comentario haz “click” en ““comentarios” y, tras escribirlo, escoge la opción de “anónimo” (siempre que no dispongas de cuenta google). Gracias.