Cuando hay una separación de pareja, en esos momentos (si no es de mutuo acuerdo) puede caérsele el mundo encima a la persona que no deseaba dicha separación.

Está claro que cuando dependemos de la otra persona dejamos de ser nosotros mismos porque necesitamos, o tenemos la necesidad, de que nos valoren, de saber que hay alguien que nos necesita, que nos hace sentir importante al depender de nosotros.
Eso significa que no nos valoramos y necesitamos la aprobación de la pareja y al ver que se ha roto, se ha destruido esa relación, es como si nos rompiéramos en trocitos.
Como hemos dicho nada nos pertenece y en esos momentos queremos tener a esa persona con nosotros y no nos damos cuenta que, tal vez, se ha acabado esa etapa, esa convivencia. Tenemos que ver la vida como pequeños ciclos, ahora, quizás, toca vivir otro ciclo diferente, no quedarnos aferrados a eso que nos gustaría seguir viviendo, porque en el fondo de nuestro ser sabíamos, sabemos, que no iba bien. Pero no queremos darnos cuenta, y cuando ya se rompe nos asustamos, nos sentimos perdidos, nos aferramos a no querer ver que el amor, ese amor de verdad, no existe, solo el apego, el miedo, la inseguridad, la comodidad, etc. a no tener eso que, de alguna forma, nos da cierta “estabilidad”.
Piensa que realmente ha sido una etapa muy interesante y que ahora te

Puedes llevar a esa persona en tu corazón, pero has de dejarla en libertad. Porque tienes la capacidad de amarla, en tu corazón cabe, pero continúa con tu camino, no te pares, continúa disfrutando de la vida, continúa amando. No te limites, porque si no vas a sufrir mucho en tu vida, porque nunca nos aman como nosotros queremos. Nos aman como saben amar.
Cuando lloras y derramas tus lágrimas por la persona que se ha ido, déjalas salir, déjalas que salgan porque así liberas tus sentimientos. Incluso debes dejar salir la rabia, eso es un instinto del ser humano, porque no quiere perder su poder sobre el otro. Casi diría que disfrutes llorando, porque libera tus sentimientos, y no los tienes guardados ahí dentro, dañando tu cuerpo, tu mente, tu espíritu. Y así sabes que se va a pasar, que vas a llorar un tiempo, como cuando alguien se muere físicamente. Porque en el fondo también es una muerte. Sé comprensivo, porque necesitas un tiempo, el tiempo de luto para que la tristeza, la rabia, la impotencia se transformen en paz, en darte c
